En el castigo de la montaña
la luz permanece sentada,
lastimosa y avinagrada
mastica trozos de caña.
En el castigo de la nube
la montaña permanece de pie
clavada con una daga de hiel
que parece ya costumbre.
En el castigo del viento
la nube permanece en su lugar
sujetada por el pistilo amarillo
de una flor pertinaz.
En tu castigo todo
me parece sin movimiento
la vida se retira a otro plano.
El mundo me pregunta y miento.
Los ruidos me llaman y no me encuentro.
La música me
sujeta y no siento.
Tu voz me llama y yo espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario