viernes, 17 de agosto de 2012

REQUIEM


He nacido en hamaca de juncos
grises como la yerba en el crepúsculo,
la noche, caminando rápido, a lo lejos
llegaba tarde a impedir el espectáculo;

ese día la lluvia era tardía como el olvido.
Lloré rocío mientras mi nicho era mecido
por un funesto e incierto futuro.

Mas he caminado a mi ritmo
por la vereda que me he trazado,
dispuesto a cambiar de rumbo
si acaso seguía al de junto.

He soñado y vuelto realidad esos sueños.
He hecho y lamentado lo no hecho
debido a mi suspicacia por el tiempo.
He comido el viento tibio de cada marzo
que se empañaba callado bajo mi regazo.

He sido lo que he querido.
Hoy, cuando la muerte roza mi cuerpo agonizante
la recibo sin temor y satisfecho, me convierto en su caminante.

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