miércoles, 10 de octubre de 2012

D



Detrás de esa luna de octubre
se esconde un abismo que nos espera,
un lugar donde verternos
hasta despojar nuestras prendas;

te llamé desde la alcoba,
un susurro que se pronunciaba a través del frio
y la contienda que aún nos espera;
te dije desde el silencio que nos arropa:
ven conmigo esta noche…

Detrás de ese cumpleaños de octubre
me encontré caminando,
me encontré de pronto,
sin aviso alguno;

el corazón me dio un salto,
pero me reconocí en aquel sitio.
Los suspiros se repitieron como aquel día;
los besos como aquella tarde
y las miradas como aquella noche.
Quise despertar al instante pero me di cuenta
que era tan grande mi anhelo
que toda era la verdad caminante.

Detrás de esa mirada.
Detrás de esa sonrisa.
Recuerdo cuando me dijiste
que las flores no se comen, solo los labios;
recuerdo cuando me dijiste que lloraste
con nuestro primer beso y que disfrutaste cínicamente ese sentimiento.
Recuerdo que te dije detrás de ese cumpleaños de octubre:
ven conmigo esta noche,
no haremos el amor, él nos hará.




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